martes, 22 de marzo de 2011

Calentando motores... (CoSaS dE HeRmAnOS)

Zamora es una ciudad vieja, cuantas gentes la han visitado coinciden en esa afirmación. Lo que los zamoranos conocemos como casco histórico constituye un solar que remonta sus origenes a los siglos X al XIII. Al gestarse su fisionomia urbana en ese periodo, singularmente a la segunda mitad del siglo XII, su arquitectura monumentalmental es fundamentalmente romántica. No en vano todavia hoy conserva una veintena de iglesias de aquella epoca.
Las características que definen este viejo solar formado por calles recogidas, angostas y tortuosas de viejo y humilde caserío, salpicada aqui y alla de iglesias y conventos, cerrada aún en parte por viejas y gruesas murallas elevada sobre carpadas peñas y cercada por un caudaloso rio, el Duero, tenian, se quiera o no, que condicionar su Semana Santa. Y así en el testimonio escrito mas antiguo que conservamos sobre la celebración de la semana de PASION se dice que "el concejo", permitía al obispo, cabildo y derecía entrar y salir por la puerta del castillo para cantar verso y hacer representación de nuestro señor el domingo de ramos.
Nuestras procesiones son pues sencillas y sobrias, no hay en zamora apenas concesión a la magnificencia barroca del culto. Túnicas pobres de percal o estameña, sandalias franciscanas o zapatos, cera o una sencilla cruz de madera; tambien madura desnuda en las tallas de las imagenes que desfilan sin apenas adorno floral; poco, poquísimo oro y plata, si acaso en el bordado de algún manto o corona que pasa desapercibido para el espectador. Estos son los rudimentos esenciales junto con el silencio y las marchas procesionales, que hacen más llevadera la penitente carga de los pasos a hombros...